«¿Acaso nos ha abandonado Dios?» Si miramos hacia atrás, durante todos los años de nuestra vida, y tuviéramos que responder a esta pregunta, ¿qué podríamos responder?, sin duda alguna, la mejor forma de hacerlo sería con las palabras del Rey David: «Yo fui joven, y ya soy viejo, Y no he visto al justo desamparado, Ni a su descendencia mendigando pan.» (Salmo 37. 25) . Esa es nuestra convicción como hijos de Dios: ¡Él es nuestro proveedor! En este sermón, tenemos el deleite de volver a una de las historias más conocidas del antiguo testamento, pero, al mismo tiempo, muy mal entendidos, y mal interpretados. La historia de Abraham, y su hijo Isaac, es la prueba fiel de que nuestro Dios es nuestro proveedor. Acompáñanos a meditar en Génesis, 22. 1 – 19, junto a l pastor, Eddie Icaza.