Dios nos ha dado una responsabilidad, y esta responsabilidad es una doble responsabilidad. Jesús ha dicho de todos sus verdaderos discípulos: Ustedes son sal, y son luz del mundo. Tanto la sal, como la luz, son dos elementos indispensables en cada hogar, pero al mismo tiempo, siendo indispensables, pueden llegar a ser inútiles sin no cumplen realmente sus funciones como debe de ser. De igual manera, cuando los creyentes no cumplen con sus funciones designadas por Dios, son verdaderamente inútiles ante este mundo. Por esa razón, la iglesia, para ser verdaderamente efectiva en sus funciones, debe retener la semejanza de Cristo, de la misma forma que la sal debe retener su capacidad para sazonar.
En esta ocasión, retomando nuestra serie sobre el sermón del monte, el Pr. Eddie Icaza nos expone, a través de Mateo 5. 13 – 16, la responsabilidad de la Iglesia de ser #SalYLuz del mundo. ¿Podremos realmente influenciar el mundo? ¿Cómo lo hacemos? En este sermón, el pastor nos muestra lo que realmente significa ser sal, y luz de este mundo.
Déjanos tu comentario sobre este sermón, y no olvides de compartir con otros hermanos para que sea de bendición.
