Texto guía: Job 1.1-5

Texto guía: Job 1.1-5 1. El Padre y sacerdote de su familia. (1.5) 2. Padre y sacerdote en cualquier circunstancia. (1.2-3) 3. Padre y sacerdote de manera real y práctica (1.4-5) 4. Padre y sacerdote: conclusiones. 5. Aplicación: – La prioridad de los hombres en el hogar. – La carga espiritual del hombre en el hogar. – Esperanza para alcanzar…
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.
1. EL PRINCIPAL OFICIO DE JESUS.
2. EL PRINCIPAL OFICIO DEL HOMBRE EN SU HOGAR
3. ASPECTOS DEL PRINCIPAL OFICIO DE CRISTO
– Constituido a favor de los hombres
– Enfocado en las cosas de Dios
– Preocupados por los pecados
– Un espíritu de benignidad
– A favor de los ignorantes y extraviados.
Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu Romanos 8.1
«Y haced todo esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos. 12 La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz. 13 Andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias; 14 antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.»
Si tu no tienes un corazón adorador es porque probablemente no seas un creyente. porque todo creyente es un adorador.
Dios quiere que podamos exclamar ¡A quien tengo yo en los cielos sino a ti!
Que Dios sea nuestra satisfacción y sea quien llene nuestra alma y nuestras vidas. Por que si lo tenemos a Él tendremos riquezas verdaderas porque nuestra riqueza está verdaderamente en Cristo.
Seamos pescadores de hombres y paguemos el precio del discipulado.
Clamemos a Dios por salvación, acerquémonos a Él por rescate de nuestras almas.