Membresía

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¿QUÉ ES LA MEMBRESÍA DE LA IGLESIA?

En Latinoamérica, nos convertimos en miembros de muchas organizaciones diferentes (agrupaciones, servicios médicos, gimnasios, clubes de campo, etc.). Tal vez, a través de la experiencia, piensas en la membresía de la iglesia de esta manera: «la iglesia es un lugar al que vas ocasionalmente con regularidad y lealtad», pero en realidad es solo una organización que existe para satisfacer tus necesidades y deseos.

Pero la imagen de la membresía de la iglesia en el Nuevo Testamento es muy diferente a la membresía en un exclusivo club de campo. La membresía de la iglesia es una relación de pacto voluntario y mutuo entre un individuo y la iglesia. Tanto el individuo como la iglesia prometen cuidar de la salud espiritual y el bienestar de los demás; mientras trabajan juntos para el avance del evangelio. 

El mundo necesita saber quién representa a Cristo:

— Tu membresía le dice a Dios: “Yo pertenezco a tu pueblo”.

— Tu membresía dice a los pastores: “Estoy bajo su cuidado”.

— Tu membresía le dice a tu iglesia: “Soy parte de ti. Necesito, quiero y espero tu ayuda para permanecer fiel”.

¿ESTÁ LA MEMBRESÍA EN LA BIBLIA?

De la misma manera como no encontramos la palabra “Trinidad” en nuestras Biblias, tampoco vamos a encontrar la palabra “Membresía”. Sin embargo, esto no significa que sus implicaciones y demandas no podamos encontrarlas en el Nuevo Testamento.

La membresía en la iglesia es una aplicación de varias realidades. Estas incluyen, pero no se limitan a:

El inicio de la primera iglesia conocida. Una vez que los creyentes hacían su profesión de fe en Cristo, estos eran bautizados y añadidos. La pregunta que debemos hacernos es. ¿Añadidos a dónde?, pues, a la iglesia local en Jerusalén. (Hch 2:41-47; 5:14).

Las imágenes que se usan en el Nuevo Testamento para la iglesia son de: un rebaño, un cuerpo, un edificio, una familia. La realidad es que, en el plan redentor de Dios, Él no tiene en mente salvar meramente a «individuos», sino; un pueblo conformado por individuos. Y al igual que los ladrillos o las partes del cuerpo: los cristianos individuales están destinados a funcionar como parte de algo más grande que ellos mismos. Dios no salva a las personas para que caminen de manera individual o aislada. No existen los llaneros solitarios en el Cuerpo de Cristo. Aunque mejor sería decir: “sí existen”, pero no debería ser así.

 

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE UN MIEMBRO DE IBPG Y ALGUIEN QUE ASISTE A LOS SERVICIOS?

El matrimonio es drásticamente diferente y más significativo que la mera cohabitación. La cohabitación supuestamente ofrece los beneficios del matrimonio, pero sin adquirir algún tipo de compromiso. Básicamente en eso radica la diferencia entre un asistente y un miembro de IBPG. La membresía es muy parecida a la relación de pacto del matrimonio. Al igual que un matrimonio saludable, la membresía de la iglesia ofrece un crecimiento a largo plazo y una relación más profunda que solo puede surgir a lo largo del tiempo, las victorias, las derrotas y las pruebas.

Un miembro de IBPG es alguien que dice formalmente que desea responsabilidad, cuidado e instrucción de parte de la iglesia, y también se compromete a cuidar y proteger a otros miembros. Para usar una metáfora empresarial, desean convertirse en «accionistas» en lugar de simples «consumidores»: esto significa que darán de su tiempo, talento y recursos. Incluye también, que se están comprometiendo a unirse a este grupo particular de cristianos en la misión de Dios en Daule y más allá.

¿CÓMO ME HAGO MIEMBRO?

Si usted desea convertirse en miembro, nuestra recomendación es que primero asista a los servicios dominicales y a los GPS por un tiempo. IBPG, como muchas iglesias locales, tiene sus propios distintivos teológicos y filosóficos. Sería bueno conocernos antes de entrar en una relación de pacto mutuo.

Caso contrario, si usted desea aplicar a la membresía, le ofrecemos CLASES DE MEMBRESÍA. Al inscribirse en ella, no necesariamente está decidiendo convertirse en miembro, ya que las clases en sí son una excelente manera de conocer la iglesia y los pastores. Si aún no ha sido bautizado, una semana después de que concluya las clases de membresía, seguirán unas clases de bautismo, por el laxo de una semana. Los miembros deben afirmar nuestra DECLARACIÓN DE FE y firmar nuestro PACTO DE FRATERNIDAD.

¿LOS MIEMBROS TIENE QUE SER BAUTIZADOS?

Nuestra respuesta contundente es: Sí. Antes de que una persona pueda identificarse públicamente con una iglesia en particular, esa persona primero debe identificarse con la Iglesia universal de Cristo. El bautismo es un sacramento instituido por el Señor para que sea aplicado a quienes han creído al Evangelio. Por lo tanto, creemos que es indispensable para la membresía de la iglesia local.

Debido a que existe un vínculo tan íntimo entre la membresía y el bautismo (Efesios 4.1-16), ser bautizado en una iglesia local significa que buscará la membresía en dicha iglesia. Si una persona ha nacido de nuevo por el Espíritu Santo, entonces a esa persona también se le han dado todos los deberes sacerdotales del Reino de Dios. Por lo tanto, si aún no ha sido bautizado, y desea serlo, primero regístrese en la CLASE DE MEMBRESÍA.